Soltar: Dejar ir para recibir

Dejar ir es quizás una de esas asignaturas que más nos cuesta a los seres humanos y yo no soy la excepción. Cuando te vuelves consciente de que debes pasar página y seguir con tu vida es un proceso que toma tiempo de asimilar. Algunas veces, esta decisión ni siquiera la tomas tú, simplemente esa persona importante para ti en su momento, un día sin anestesia te dice que ya no quiere hacer parte de tu vida o simplemente en la era de la tecnología en que vivimos, basta con bloquearte de todas las redes sociales e incluso de su línea telefónica. De repente, esa persona que creías que iba a estar para ti en todos los momentos de tu vida ya no está, se ha ido, y esa persona pudo haber sido tu novio, novia, esposo, esposa, madre, padre, hijo, hija, hermano, hermana o amigo, al final no importa que título tuviera en tu vida, el hecho es que por alguna razón que aún no comprendes, ha tomado la decisión de no volverte a hablar, ni ver, ni le importa lo que pase contigo de ahora en adelante. Quizá, fuiste tú quien tomó esa decisión por la razón que sea, quizá te sientes bien porque consideras que es lo mejor para tu tranquilidad, sientes que ya no estás en vibración con esa persona y lo mejor es alejarte y está bien, todos hemos estado ahí, yo también lo he estado, y esto hace parte de crecer, y de saber cuándo y a quién dejar ir. Quizá aunque tomaste esa decisión, también te duele, te hace falta esa persona, pero eres consciente del daño que te hace y en el fondo sabes que aunque sea difícil de sobrellevar, con el tiempo, será lo mejor para ti, a fin de cuentas, el ser más importante de tu vida, eres tú.

Source: Pinterest

Si fue a ti a quien decidieron alejar, puede que asumas una posición de víctima, lo cual es hasta comprensible en el momento, quizá has caído en una etapa depresiva en la que has perdido interés en todo aquello que antes te animaba, ya no quieres comer o comer demasiado, ya no te dan ganas de salir, de hacer deporte, ni siquiera de ver televisión, en ocasiones, solo quieres dormir porque es tu forma de escapar de tu realidad. Pasan semanas y vas tomando valor, entonces, después de aceptar la situación porque además no te queda de otra, comienzas a recuperarte, te pones en tu centro y tu amor propio comienza a crecer. Ahora te arreglas, te pones guapa o guapo y sales a la calle con una sonrisa que te ilumina el rostro, has trascendido y transmutado el dolor, y lo mejor de todo, has aprendido, has madurado y ya no eres el (la) mismo (a), te sientes más liviano (a), sobre tus hombros ya no pesa esa carga pesada que no te dejaba dormir ni concentrarte en lo importante, cada vez te duele menos, cada vez lo aceptas más. Si fuiste tú quien tomó la decisión de tomar distancia, de alguna u otra manera, con el tiempo también vas entendiendo el para qué y todo empieza a tomar sentido, en breve sabrás si ha sido la mejor decisión para tu paz interior.

Algo que es esencial comprender, es establecer esa delgada línea entre la pregunta, porqué me pasa esto que está en un plano victimista, a para qué me está sucediendo esto a mí, donde tú asumes protagonismo. ¿De qué lado quieres estar? Tú eliges, pero te aseguro que responder a la segunda pregunta, te da más empoderamiento y mayor experiencia y crecimiento personal. Todos, absolutamente todos, hemos pasado por momentos así, a veces nos hemos sentido que ya no podemos más, pues te tengo una noticia, solo cuando trasciendes tu dolor puedes entender lo que significa la palabra amor. Dejar ir es amar sin apegos, de manera incondicional, es no cederle tu poder al otro, porque tú y solo tú eres quien maneja tus emociones, todo se basa en una decisión, me quedo deprimido o salgo a la calle y me ocupo, me quedo llorando y triste o pongo mi mejor cara y salgo al mundo a enfrentar mi vida, me lamento de lo que no hice bien y me apego al pasado, o tomo las riendas de mi vida y entiendo que esto o aquello tenía que suceder para convertirme en el hombre o la mujer que soy hoy. 

Source: www.rinconpsicologia.com

Vivir cada momento es la terapia que he encontrado para disfrutar mi existencia, me costó y me sigue costando porque cada día tiene su afán, porque no podemos predecir lo que el otro te va a dar, porque nunca se ama en la misma medida, porque nunca se es fiel ni leal en la misma medida, porque todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles y por lo tanto diferentes. No decides a quien amar, ni quien va a amarte, no decides quien se aleja ni quien se queda, pero si puedes decidir que hacer con ello, puedes tomar la decisión de dejar ir, de soltar, de avanzar, de crecer, de ser feliz. El amor esta presente en todos los momentos, cuando eres feliz y cuando atraviesas el sufrimiento, el amor es la razón de todo, es lo único, no intentes vivir sin esto jamás, y recuerda que siempre esta dentro de ti y eres tú quien tiene el poder sobre el, no procede del exterior sino de tu interior, tú lo controlas y no lo contrario. Cuando dejas ir, eliges crear espacio para nuevas personas, nuevos momentos, nuevas metas, y le dices al universo que estas preparado (a) para recibir. El pasado debe quedar atrás, vive el presente y comienza a vivir y a agradecer lo que tienes hoy. Fluye, deja ir, deja de sufrir!

Suelta, deja ir, y avanza!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Una idea sobre “Soltar: Dejar ir para recibir”