Aprovecha esos instantes de felicidad, esos espacios con las personas de tu vida que son tan vitales, aprovecha a tus padres mientras están a tu lado, comparte con ellos, llama a tus amigos, dedícales tiempo, escúchalos, ama a esa persona a la que tienes miedo de amar, mira fijamente a los ojos a la persona que amas y prestale toda tu atención, arriésgate a montar ese negocio, cumple tus sueños, vive feliz, cumple tus metas, haz ese viaje, respira el aire de la naturaleza, disfruta de esa puesta de sol, mira ese atardecer sin distracciones, observa atentamente, hazlo hoy, no esperas más, nunca sabes si habrá un mañana: el tiempo es un recurso no renovable, es tu activo más valioso, es superior al dinero y no se puede recuperar.
Dejar de sufrir
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Dejar ir es quizás una de esas asignaturas que más nos cuesta a los seres humanos y yo no soy la excepción. Cuando te vuelves consciente de que debes pasar página y seguir con tu vida es un proceso que toma tiempo de asimilar. iquiera la tomas tú, simplemente esa persona importante para ti en su momento, un día sin anestesia te dice que ya no quiere hacer parte de tu vida o simplemente en la era de la tecnología en que vivimos, basta con bloquearte de todas las redes sociales e incluso de su línea telefónica.