A todos nos ha pasado, estamos tomando un café con una excelente compañía, nuestro cuerpo esta ahí pero nuestra mente está en otro lugar. Vamos al trabajo y de camino pensamos en todas las cuentas por pagar. Tenemos en frente a quien podría ser el amor de nuestra vida, y elegimos pensar en cuanto nos hirió nuestro ex. Salimos a trotar para disipar nuestra mente, pero nuestros pensamientos están en otro lado. Desayunamos de camino al metro y vamos en automático, pasando por alto la naturaleza y todo lo hermoso que hay a nuestro alrededor. Llegamos al trabajo, saludamos y comenzamos nuestro día, pero éste se nos va pensando en como terminar las tareas acumuladas. Vivimos en un apto con una vista envidiable pero manejamos ineficientemente nuestro tiempo para sentarnos a contemplarla sin afán porque tenemos que producir para pagar y pagar para volver a producir una y otra vez.