¿Unplugged?

Las nuevas generaciones estamos unplugged [desenchufados/desconectados], marchamos a un ritmo diferente y mantenemos estilos de vida que poco o nada se parecen a la forma de relacionarse de años atrás. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en dispositivos móviles revisando redes sociales y proyectando vidas imaginarias que nada tienen que ver con nuestra realidad. Somos la generación que no queremos relaciones, deseamos tener a alguien con quien hablar pero sin comprometernos, queremos que alguien esté pendiente de nosotros pero sin que la relación sea seria, nos alejamos cuando sentimos que el otro está sintiendo algo real, estamos conectados y a la vez desconectados, nos reunimos con amigos pero estamos más pendientes de nuestro móvil, dejamos de vivir el momento por tomar fotos y videos para «el recuerdo«. Las relaciones se han virtualizado, ya poco hablamos por teléfono, en vez de eso, elegimos enviar un mensaje por whatsapp, nos vemos más por fotos o por videollamada que personalmente, pasan meses y de pronto nos damos cuenta que ese amigo al que prometimos ver en dos semanas ya no está porque estábamos muy ocupados para darnos cuenta que esas dos semanas se convirtieron en meses y un día inesperado recibimos un mensaje invitándonos a su funeral.

Photo by Daria Nepriakhina on Unsplash

Estamos tan ocupados en nuestro día a día que olvidamos lo importante, tomamos por sentado el tiempo y creemos erróneamente que los demás siempre van a estar ahí. Preferimos ver Netflix que disfrutar de la compañía de quienes amamos, nos tomamos selfies con cara de felicidad cuando en realidad estamos devastados, le mostramos al mundo nuestra relación de pareja «perfecta«, esa que ciertamente es una causa perdida, nos mostramos felices mientras nos ahogamos por dentro en una profunda depresión, «demostramos» que tenemos la vida perfecta cuando es totalmente imperfecta, hacemos flatlays de esa comida saludable que luego tiramos a la basura, no queremos relaciones pero entramos a tinder a «conocer gente» con la cual hablamos un par de veces hasta que un día nos aburrimos y con un simple bloqueo lo sacamos de nuestra vida o simplemente le hacemos ghosting [lo ignoramos]. Hablamos con varias personas al tiempo porque nuestra inseguridad nos lleva a tener «varias opciones» solo para hacerles benching [dejamos en la banca al uno y luego al otro y luego al otro hasta que nos queda esa última opción, ese al que llamamos el «arrocito en bajo«].

Photo by Adam Jang on Unsplash

Vamos a un reality a probar que «el amor es ciego« experimentando enamorarnos de alguien sin verlo físicamente para conectarnos emocionalmente y hasta aceptamos su propuesta de matrimonio en tv nacional solo para darle un no en el altar el día de «nuestra boda«, nos despertamos un día y sin entender por qué, nos damos cuenta que ese «amigo» o «amiga» que te dijo que iba a estar contigo bajo cualquier circunstancia, te ha bloqueado de todas las redes sociales sin ninguna explicación, gastamos nuestros días esperando por likes y comentarios en nuestras publicaciones de Instagram, y hacemos lo que sea para aumentar nuestro número de seguidores porque si no me sigue nadie, ¿quién soy yo?

Queremos celebrar el aniversario pero sin los 365 días del año acumulados para lograrlo, chateamos y texteamos, vamos al bar a tomar una cerveza, hacemos sexting o snapchat, cualquier cosa para evitar tener una cita real, desestimamos cualquier posibilidad de establecer conexiones reales con juegos mutuos sin ganadores en el que «the winner stands alone» [el ganador se queda solo], sí, al final lo único que logramos es quedarnos solos. Queremos relaciones reales sin esforzarnos por crear conversaciones profundas, queremos tener conexiones profundas pero siendo superficiales, nos mantenemos buscando el amor pero no queremos enamorarnos, queremos tener amigos reales pero sin cultivar la amistad, queremos todo lo que nos dé la ilusión de una relación pero sin serlo realmente, queremos comprometernos un poco pero no tanto, conectarnos suficiente pero no demasiado, queremos tomar las cosas con calma, ver hacia donde van, tener relaciones sin etiquetas, dejar que las cosas «fluyan«, buscamos compañía, pero no relaciones reales…

Photo by Alexa Suter on Unsplash

Pero al final hay que reconocer que todo lo que deseamos de corazón, esas cosas que realmente significan algo, esas que realmente nos llenan, esas, todas toman tiempo, esfuerzo, paciencia y compromiso. Si queremos tener amigos, pareja, o relaciones reales con nuestras familias, debemos dedicarles tiempo, darles lo mejor de nosotros, y sobretodo comprometernos primero con nosotros mismos.

Y tú ¿Estás Unplugged?

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