– Miedo + Amor

La humanidad se aisló, el universo siguió su curso, la naturaleza necesitaba un respiro, los animales ahora son más libres. El cosmos habló, tal vez la tierra nos pedía a gritos que dejáramos de vivir en automático, nos enviaba señales a las que hacíamos caso omiso: sismos, terremotos, tsunamis, países en guerra, líderes egocéntricos, corrupción, hambre, pobreza, desigualdad e indiferencia. Películas de «ficción» y documentales en los que jóvenes y adultos, científicos y expertos, anuncian que si no tomamos acciones hoy, habrán cambios irreversibles en el planeta, y es precioso como la vida y el universo en su infinita sabiduría, nos plantean la posibilidad de renovarnos. Entonces me pregunto: ¿Qué nos pasó? ¿Acaso el afán por tener nos hizo olvidar el ser? ¿Será que dejamos de vivir en presencia y nos olvidamos de contemplar el amanecer, la luna, una flor, el cielo, a nuestra madre? ¿Será que perdimos el sentido? El mundo se detuvo, no hay a donde escapar, ni donde escondernos, o ¿quizá necesitamos encontrarnos? Reconocer nuestro verdadero valor, amarnos tanto a nosotros mismos que podamos dar amor real a los demás. Dios nos dijo, ama a tu prójimo como a ti mismo, pero con frecuencia nos olvidamos de la ecuación más importante, amarnos a nosotros mismos, ser tu mejor amigo, tu mejor pareja, tu mejor versión y desde ahí amar a los demás, a la sociedad, a la tierra.

El miedo es la ausencia de amor, por eso, este sentimiento puede ser la llave para curarlo todo, es hora de servir más, de escuchar más, de maravillarnos más con cada detalle que nuestro creador nos regala día a día, de valorar más las infinitas bendiciones que tenemos, de apoyar más, de creer, de crecer juntos, es momento de amar. El amor no es amor hasta que lo regalas. Estoy convencida de que este confinamiento es una respuesta de la creación misma. No sé tú pero hay días en los que he despertado pensando como estarán esas personas que viven del día a día, que no tienen comida, que no tienen techo, ¡y sí! Es duro, pero también sé que es sumamente importante que cuidemos nuestra salud porque sin ella no podremos producir dinero ni hoy ni mañana. Hace mucho mi escala de prioridades cambió de manera radical, tengo claro que sin salud y sin las personas que amo, el dinero no cobra sentido, ¿de qué te sirve si no tienes con quien compartirlo?

Tengo la fe de que tú que estas leyendo esto tengas consciencia de ver a la sociedad como un colectivo, de que todos podemos aportar nuestro granito de arena para crear impactos positivos, tengo la esperanza de que tú si creas que estamos despertando, que al salir de este aislamiento, salgas más atento a servirle a los demás, a ser una mejor persona, a contribuir a que el otro también esté bien, a que te importe lo que le pasa al otro, además de tu familia y amigos, lo que le pasa a tu compañero de trabajo, de universidad, al vigilante, a la señora de los tintos, a esa señora que te sirve la comida y te ayuda a asear tu casa, a aquel que está en la calle y no tiene a donde ir y que tal vez no ha comido nada en todo el día, a los niños, jóvenes y adultos con enfermedades terminales, a los animales de la calle, a la naturaleza. Y no se trata de que les soluciones sus situaciones con dinero, aunque si está en tus manos, adelante, sino más bien de escucharles, de interesarte por su familia, por sus vidas, de ir a esa fundación y apoyarles para enseñarles a pescar, se trata de que no se vuelvan paisaje, de que vivas en consciencia, que vibres en amor, Dios es amor, sal ahí afuera y da amor a los demás, todo lo que hagas, hazlo con amor, y así aunque sea solo un poco, vamos a contribuir a un planeta mejor.

Juntos podemos construir un mundo donde haya ¡ – Miedo + Amor !