El Poder de un TE QUIERO

Muchas personas están convencidas de que cuando le demuestras a alguien lo que vale para ti, no es necesario decirles que los quieres. Es increíble que alguna vez una persona me haya dicho que no era capaz de decir esas cosas porque le parecía de mal gusto. Cuando me dijo eso yo pensé: no puedes dar lo que no te han dado, nunca puedes entregar algo que no tienes dentro y ese fue mi punto final, sin decirle nada claro, porque entrar en conflicto con el otro la verdad no sirve de nada, cada uno siempre esta del lado de su razón, y he aprendido muchas veces a ser diplomática y sigo trabajando cada día en fortalecer mi inteligencia emocional, algunos lo llamarán falta de carácter, otros dirán pero ¿por qué no le dijiste lo que pensabas?

Mi respuesta es, hay que aprender a entender que todos tenemos puntos de vista, perspectivas y que todas son válidas desde el espectro por el que se miren, no hay una verdad absoluta, lo que para ti es irrefutable, para el otro puede ser un error innegable, al final de una discusión todos salimos perdiendo pues cada uno siempre tratará de defender su opinión. Sin embargo ya que cada individuo es libre de expresar lo que quiera y de establecer sus argumentos, hoy te voy a decir lo que yo pienso del tema. Por cierto, esa misma persona tiempo después me dijo un TE QUIERO, no una sino varias veces, seguramente cuando lo sentía, y aprovecho para decir que tampoco se trata de decirle a alguien un te quiero solo por compromiso, NO, se trata de hacerlo cuando de verdad lo sientes, de lo contrario es mejor no hacerlo.

Para mí es indispensable decirle a los seres importantes de tu vida, que los quieres, que los amas, reconocerlos cada vez que tengas la oportunidad, eso también hace parte de amar al otro, y tienes que despegarte del resultado, cuando aprendes a hacer eso ya nada importa, y lo digo por experiencia propia. Muchas veces le he dicho a otras personas lo que siento por ellas, y no he sido bien recibida, pero a estas alturas de mi vida, ¿a mi me importa eso? La respuesta es un no rotundo, solo puedo controlar lo que hago yo, no lo que hace el otro, no puedo obligar al otro a que sienta lo mismo que yo, lo que si puedo hacer es tener la valentía de expresar lo que yo siento aún con el riesgo del rechazo. Esto que estoy diciendo aplica para muchos tipos de relaciones, desde la que sostienes con tus padres, la cual muchas veces no ha sido la que tú hubieras querido, con tus familiares en general, hasta la relación con un amigo al que puedes llegar a amar tanto o más que a un hermano, hasta esa persona por la que tienes sentimientos amorosos. Y aquí quiero entrar a hablar de cada tema por separado.

¿Cuántas veces asumimos que por demostrarle amor a nuestros padres, abuelos, hijos, hermanos, primos, tíos (as) nuestra pareja, etc y porque se supone que eso es “evidente” no es necesario decirles cuanto los amamos? ¿Sabes hasta cuándo estarán ahí para ti? ¿Tienes la certeza de que despertarán la mañana siguiente o solo la fé de que lo harán? ¿Y si no pasa qué? ¿Y de qué sirve que se los digas cuando ya no estén a tu lado? Aprovecha cada momento que tienes para hacerles saber lo importantes que son para ti, reconóceles sus virtudes, edifica sus cualidades, hazles sentir cuanto los amas y lo importantes que son para ti, nadie tiene el mañana seguro, tampoco tú.

¿Te gusta alguien, te sientes bien con esa persona pero no sabes que esperar? ¿Sientes que lo (la) quieres pero no se lo dices?. Sientes que te estas enamorando pero piensas: ¿y si me rechaza?, ¿y si no le atraigo?¿y si?  Olvida el resultado, tú solo controlas tus emociones, no las del otro, pero si no haces nada te vas a quedar con la incertidumbre ¿Y si te corresponde? ¿Y si le atraes? ¿Y si también se esta enamorando de ti? ¿Y si por no decirle nada te pierdes la oportunidad de estar con él o ella?

Tienes un amigo (a) con el (la) que sabes que cuentas para lo que sea, que vive a millones de kilómetros de distancia de ti y a quien quizás no ves hace muchos años, pero ese vínculo no lo rompe nadie, cuando hablas con él o ella por skype, whatsapp, u otro medio y se ven por una pantalla, sientes como si se hubieran visto ayer, vamos, una amistad de esas de toda la vida pero nunca le has dicho cuanto le quieres, lo que significa en tu vida, nunca le has reconocido por las decisiones acertadas que has tomado gracias a sus consejos, nunca le has dicho lo mucho que le amas porque a pesar de conocer todas tus luces y tus sombras, siempre esta ahí, incondicional, para lo que sea, en tus momentos de éxito, en tus momentos de fracaso, en los momentos en los que has perdido un ser querido, en los momentos en los que has pasado por estados de ánimo complejos, ¿Qué estas esperando para reconocerlo? ¿Para decirle cuanto le quieres? En serio, es necesario, no conozco a ningún ser humano que se sienta mal porque le reconozcas sus virtudes, porque te enfoques en sus puntos positivos, porque sienta que estas ahí para ellos. 

Ahora bien, si esa persona no lo toma bien lo cual es improbable, ¿Qué más da? Solo puedes controlar lo que eres tú, lo que haces tú, lo que sientes tú, lo demás es asunto del otro. Y créeme, cuando aprendes a interiorizar eso, automáticamente te liberas, porque vibras en el amor, porque te reconoces, porque no puedes decirle al otro lo que ves si no lo ves primero en ti, porque te sientes bien contigo mismo (a), porque tú tienes el poder y no el otro. Por eso, hoy te hago una invitación, atrévete a decirle al otro cuanto lo quieres, lo que significa en tu vida, reconócelo por todo lo bueno que ha hecho por ti y para ti, ámalo (a) incondicionalmente pero también deja que lo sepa, y cuando lo hagas, mágicamente vas a descubrir todo lo que hay dentro de ti, y en muchas ocasiones a dejar tu arrogancia, tu falta de humildad y hasta tu falta de autoconfianza para dejarte fluir, soltar, y finalmente entender,

“El Poder de un TE QUIERO”